¡Ah si las emociones
fueran como los botones
de subir o bajar el volumen
o como las teclas
de prender y apagar!

¿Te imaginas?,
¡¡qué a gustito fuera el rollo!!

"Hoy toca tomar un avión;
apagar el miedo a volar
y el temor a las alturas"

"Mañana toca atravesar
el infernal centro metropolitano
con la neurótica de tu prima
y el pesao de tu cuñado;
subir a tope la paciencia y el coraje".

!Y ala! a clavar el banderín!
¡¡qué a gustito fuera la travesía!!

Pero no, está claro que las emociones
no vienen con un mando-control
como el que trae la tele
o el dron de tu sobrino

Como nos dijo Coelho alguna vez:
"las emociones suelen ser
yeguas salvajes"