Estás navegando por la librería de textos publicados por @debiparra8.

Elipsis de los noes

por Débora Parra hace 2 meses

Mi lengua dibuja en tus labios
lo que mi garganta no articula.

Ofrece un lamido sincero,
señal y advertencia,
de quien se despide
y no se va.

Inocula el capricho
de besar las manos
que se esconden con cautela
de tu tacto adictivo,
de que tu aroma
se arrime a mi olfato
para diluirse
en mis lágrimas.

Hay un ansia acurrucada
en la distancia de nuestras bocas.
La primera en l...

Extremidad disfuncional

por Débora Parra hace 2 meses

Ruta de escape
de mis lágrimas,
dendritas que ensamblan
los orificios
de estas manos
incapaces de retener
el vino que destila
tu boca.

Cuando se elevan
escurren
decadencias.

Pertenecen
a un cuerpo invidente
que palpa con convicción,
que ignora la contigüidad
del abismo en cuya sima
yace
una esencia inmaterial
como un suspiro
...

Lo indecible

por Débora Parra hace 4 meses

Llueve
sobre mi cuerpo.
Los brotes de mis ansias
extienden los rostros
hacia la mirada
preñada
de misterio.

El enigma
se deshoja:
es un rayo de luna.

Epífita venenosa

por Débora Parra hace 5 meses

Recuéstate
en la pesadilla de los muertos
y riega sus lamentos
con la baba de los astros.

Exímeles de lo sempiterno
y concédeles la nada.

Supura la miel
que desmenuza sus sueños;
despiértalos
para que puedan
morirse de verdad.

Escondida

por Débora Parra hace 5 meses

M.B.,
a veces
tu amiga,
la loca de las piedritas,
ejecuta su ofensiva
contra mi ventana.
Desconoce mi desagrado
a los visitantes que no se anuncian;
ignora
mi capacidad de soportar
calor, hambre y hastío,
lamentos de orina prisionera,
sed, tedio y todo
solo,
tan solo,
por no abrir
𝒆𝒔𝒂 ventana.

Rompecabezas

por Débora Parra hace 9 meses

Recojo las extremidades
abandonadas en las esquinas del jardín
el tronco
atado al tronco de un árbol
la cabeza erguida en medio del musgo
y una expresión de calma
tatuada en el rostro.

Te construyo
te visto, froto
miel sobre tu cara.

Meto mis dedos en tu boca
busco
en el universo que comiste
y te había hecho reventar
todas las canciones
que oculta tu silencio.

Haiku 2

por Débora Parra hace 10 meses

Tres otoños
tardaría en escapar
de tu mirada.

Haiku 1

por Débora Parra hace 10 meses

Hay una miríada
de silencios dormidos
en tus pestañas.

Surgimiento de una estrella

por Débora Parra hace 1 año

—Velocidad, ma petit, es lo que le da gracia a la Piruette— repetía Monsieur Dubois en cada sesión y, con esas palabras en mente, la joven avanzó al centro del escenario. Dio una, dos, tres vueltas a la vez que aumentaba la "¡Velocidad, ma petit!", cuatro, cinco, seis... Perdió la cuenta. La ovación calló la vocecita que registraba los número en su cabeza. El público gritaba, agitaba los brazos. L...

El profesor

por Débora Parra hace 1 año

Desde la butaca posterior derecha, y en medio del bullicio de los demás niños, Hortensia no lograba distinguir las palabras que pronunciaba la directora de la escuelita, sin embargo, su cerebro se las ingenió para hacerse con lo esencial del mensaje: Yamil Marín, el hombre de pie junto a la mujer, sería a partir de hoy su maestro. La niña escribió entusiasmada el nombre del profesor en su único cu...

Tocar fondo

por Débora Parra hace 1 año

Pasó toda su vida evitándolo, hasta que un día resbaló y cayó encima de lo que parecía un enorme almohadón de nubes frescas y se quedó dormido.

Desvío

por Débora Parra hace 1 año

Sentada al amor del viento
hojeaba en mis manos el libro
hogar de la mujer meditabunda
que lleva dentro un valle infinito.

Una fría calle lo atraviesa
un ser que se transforma lo transita
sus pasos de firmeza fingidores
avanzan, callados, mientras gritan.

No quiere caminar, pero camina
de un descubrimiento la añoranza lo azota
mira hacia los lados, avanza, escucha
el viento
la e...

Metamorfosis del pensamiento

por Débora Parra hace 1 año

Inoportuna e impertinente
arribó al centro del páramo que me habita
una
idea
fija
hiperactiva, ejecutora de cabriolas,
así como la tuya, Blas Cubas,
cuando casi te tiras al océano
repitiendo el nombre Marcela,
o como cuando te perforó el entrecejo
el deseo de inventar un medicamento,
un emplasto, vamos, una untura
que aliviase la melancolía.
...

Resentimiento

por Débora Parra hace 1 año

Después de observarlo comer, dirigirse al parque en compañía de la mujer y depositar en el césped al objetivo, frotó sus patitas y avanzó emocionada. Se detuvo. Miró hacia los lados con disimulo, reemprendió el vuelo, volvió a frotarse las manos y, una vez frente al premio, se precipitó hacia él con la boca abierta y los ojos cerrados de euforia. Sin embargo, volvió a abrirlos confundida al sabore...

Rebote

por Débora Parra hace 1 año

Eres un trampolín expandido en la sima de la culpa.
Me despojo del destino.
Salto.
Reboto hasta la certidumbre del fracaso.
Me lanzo.
Vuelo hacia el miedo de una muerte prematura.
Sucumbo cuando el sentimiento ha mudado en otra cosa.

Eres un trampolín expandido en la sima de la culpa.
Me sacudo la carga ajena.
Caigo.
Floto hacia el caos esparcido en el firmamento
lo toco....

Estancia

por Débora Parra hace 1 año

Esta casa no tiene ventanas
los rayos de sol
no la van a partir en dos
la alegría, tu amiga,
no tiene a qué lanzarle piedritas.

Esta casa
no es más que un hexaedro
herméticamente sellado
vacío de objetos, de gente,
lleno de aire caduco
en donde sobre un suelo frío
yazco.

Miradas

por Débora Parra hace 1 año

Me disgustan mis caras en el espejo.
Ellas me escrutan, apagadas
proyectan en mí sus carencias
vigor
determinación 
coraje
reposo.

Estos rostros me asignan compromisos
destinados todos al fracaso.
Para el efecto contrario
necesitaría arrancarme los ojos
incendiarme las cejas
empujar hacia dentro mi nariz
y suturar mis labios.

Necesitaría, en fin,
deshacerme de la cara que ahora ...

Desasosiego

por Débora Parra hace 1 año

He de suponer que
a la mayoría de las personas
nos asaltan episodios
en los que la soledad nos desasosiega.

La tranquilidad de un hogar silencioso
incentiva las ganas
postergadas desde hace una década
de abrirse por fin
la carótida izquierda.

Pero qué insoportable,
pero qué escozor,
pero qué cefalea
supone tanta quietud
...
Poetaínos