
Puse unas semillitas a tostar
hasta tomar de tu piel el color,
tu textura, tu aroma y tu sabor
para que haga espuma en mi paladar.
Y usaré tu ombligo para colar
como greca en tu vientre y su calor
para beberme de a sorbos tu amor
todas las mañanas al despertar.
Y tomaré sin prisa, cada día,
una pequeña taza en compañía
de tus ojos negros, como un ritual.
Tú serás el elixi...